Escrito por María García

¿Es Yann Sommer del Borussia Mönchengladbach uno de los porteros de la competición europea mas infravalorados del panorama actual? A juzgar por la relación entre sus coordenadas y las disposiciones geométricas que dispone, ese parece ser el caso.

Si bien hay posiciones ventajosas y afortunadas que benefician a cualquier futbolista que las posea, se da la circunstancia que son los porteros los que necesitan de mayores atributos sobre el campo. Si desean sobresalir. En realidad siempre he pensado que la figura del portero en su dimensión de importancia social e incluso monetaria dentro del entorno del fútbol, no goza de los méritos que su trabajo entraña. Mientras que la labor del resto de posiciones puede pasar algo diluida a lo largo de un partido, el portero, en cuanto a exhibición está vendido. Al final de la película, por mucha defensa que haya por delante, la patata caliente le cae al portero. Se mire por donde se mire. Porque prácticamente nada de lo que hace escapa al ojo del observador, por su posición señalada y exclusiva.

Y por tanto, no parece razonable que hasta ahora se haya designado a la figura del portero como un ciudadano de segunda. Aunque afortunadamente parece que finalmente las cosas están cambiando y los expertos empiezan a despertar a la idea de la importancia que entraña una portería impenetrable.

Curioso resulta que, como decimos al inicio, los porteros necesiten de mayores atributos en relación a sus habilidades en el juego. Como son los reflejos, agilidad, velocidad de reacción, lectura de jugadas, anticipación e intuición, control del espacio, colocación, elasticidad, confianza y seguridad, control aéreo, control con los pies (ahora también) y altura física.

Yann Sommer no destaca en este último punto con sus 1,83 metros de estatura. Es considerado en los estándares actuales, un portero “bajito”. Sin embargo, entre los mejores porteros del mundo votados por la Federación Internacional de la Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) se encuentran Barthez (1,78m), Michel Preud´Homme (1,79 m), Pfaff (1,80 m) o el 5 veces elegido, Iker Casillas (1,83 m). Aunque la altura para un portero es un valor al alza, no es por tanto a juzgar por la experiencia, un requisito imprescindible.

Sin embargo, en relación a sus coordinadas espaciales y geometría, Yann tiene un potencial magnífico en cuanto a los reflejos que le habilitan la pronta reacción, lectura acertada del juego, gran agilidad y velocidad, buen control del espacio, buena angularidad que le facultan a la correcta colocación, intuición y por encima de todo el arrojo y la valentía encarando junto con las virtudes incuestionables del líder; el que manda a sus compañeros y ordena filas, posiciones y movimiento. Por último y aunque no de forma directa pero si en potencial, una gran precisión.

Es en su conjunto un portero de enormes cualidades. El mercado todavía no le ha hecho justicia. Con sus 28 años, tiempo habrá.

María García

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Fundadora y directora de The RxFactor

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YANN SOMMER: VALOR DE MERCADO AL ALZA